sábado, 25 de octubre de 2008

3 poetas bolivianos






Historia universal de la angustia


Yo solía beber en la trastienda de la noche,
arrojar piedras a las gallinas,
escribir en las paredes
y llorar bajo los árboles...
la angustia era un toro enorme,
un toro enorme con un gallo en la cabeza,
era un búho, también búho enorme.

Una vez una mujer fue mi mujer
porque el búho de la angustia
me desposó con ella,
yo no tenía anillo, ni pan, ni lecho
y le doné mi soledad
la soledad dominical
que usa mi madre
cuando es apenas Dios
una bestia con cara de domingo;
pero no solamente soledad
di a esa mujer
le señalé también itinerarios
que siguiera en su viaje Gulliver.

Como Dios hizo al hombre
yo hice a esta mujer,
la hice en las sombras,
clandestinamente modeladas,
cuando a la noche de los campos
le crecían ladrillos en las orejas
cuando a la noche de las ciudades
le crecían biombos y esquinas
en el cuerpo,
cuando la noche era una enagua
yo hice a esta mujer
cuando la noche tenía cara de muerto.

Cuando yo hice a esta mujer,
diciembre y julio
tenían formas de ataúd
y un sábado borracho
atropelló a un tren nocturno.
Yo abría los ojos desmesuradamente
un lunes
y vi sólo ojos goteando
y derritiéndose
ojos secos de niñas
ojos de colegiala lamidos por lengua
de profesor,
y otros ojos a medias
llenos de espanto
y sucios por la palabra clerical,
vi ojos un metro más afuera
de su órbita normal
y vi la mujer que hice
cubriéndose los ojos
con lenguas de caballo,
danzando sobre su propia muerte
en el proscenio de la angustia,
la vi sola en todos los crepúsculos
y en todos los relojes,
de naufragio en naufragio
con su soledad crucificada,
de primavera en primavera
ahuyentando los pájaros nocturnos.

Yo no he creído en Dios
y lo anudaba siempre en la corbata
he concluido un largo cigarrillo
y sé que para nada sirve
que el hombre justifique su idiotez
cada domingo viene con sus filos
la muleta que dije
para mi corazón.
Sábado me espera en un pedal,
el sur ha despertado
al amparo de las sombras
yo hice una mujer
por los cuatro costados
me introduje en su vida
por los cuatro costados
de su vida me voy.



Págs. 133-135


Gustavo Medinacelli
(Potosí, 1923-1957)


(de Cuando su voz me dolía)





La musa se va

No me has visto sonarme las narices,
toser;
ir al baño,
tirar la cadena.
No has olido el humo en mis cabellos
cuando llego al trabajo;
no has besado la sal de mi cansancio,
ni me has visto poniéndome el pijama,
ni me has oído roncar a pierna suelta,
ni has soportado mis cabreos
al amanecer,
cuando se corta la ducha y estoy enjabonado.

La verdad está en la gripe
y la ropa sudada;

en el olor a huevo frito,
a ollas y sartenes sucias;

en los discos de boleros
rayados por el uso;

en los minutos fatales
que siguen al choque de los cuerpos
(cuando pides un Klínex
o enciendes un cigarro);

en la cara de los protagonistas
que ya no ríen cuando se cuentan chistes
porque la noche avanza
y el tiempo no perdona.


Págs. 163-164


Pedro Shimose
(Beni, 1940)



(de No te lo vas a creer)




Epílogo


Me he muerto a mí misma
y eso me conmueve en sobremanera.
Volver a preparar mi desaparición
me consuela y me desgasta.
Pero puedo seguir la curva de mi brazo
lo que me da la medida de mi soledad
y puedo morderme el vientre de nuevo
lo que enciende el sumidero
en el que temo caer para siempre.

Amo este mi cuerpo árido
sin solicitud, con avaricia
mi negro hombro infantil
que se desplaza según el cielo
que diseña todo invierno.

(No conozco otra estación que el despojo).

Todavía no me interrogo
sobre lo que significa para mí
esta nueva derrota en mi historia.
Me pregunto cuántas veces aún
tendré que ofrecer mi cuerpo
para cambiar de nombre
y llamarme solamente a mí
con mi claridad desamparada
y mi oculta herida sin balanza.

Me pienso a veces
con el orgullo de una estrella
y alguien en mí se mofa del algodón
con un canto de sirena entre los senos
no entiende nada de las hormigas
ni del placer de mirarse morir
matando lo harto que todavía hay en mí
de niña tierna y maternal.

Pocos son los que comprenden el fuego que se está quemando
y que puedo morir de verdad morir de verdad
sin un signo de locura.


Págs. 196-197


Blanca Wiethüchter
(La Paz, 1947)


(de Madera viva y árbol difunto)



Antología de la poesía boliviana: Ordenar la danza
Selección y estudio: Mónica Velásquez Guzmán
Ediciones Lom, Stgo, 2004
283 páginas

4 poetas peruanos







Amores imperfectos

Si tuviera que hablar de ti
que me encerraste en un claustro de iluminados muros
donde tu cabeza refulgía de la pura envidia
ante las otras
que solo querían oír mi voz
si tuviera que nominar a aquellas que tal vez me amaron
no podrías pronunciar únicamente tu nombre
aunque es visible que siempre estaré a tu lado
pegado a tu fotografía
en ese parque donde por primera vez nos amamos
bajo las acacias
muy cerca de la fuente donde Neptuno nos vigilaba.
También tendría que nombrar a las demás:
a Eleonora
que me mostró un mapa de geografía
donde ella brillaba como la capital
de un país remoto
a Magdalena
que me tocó el hombro
cuando una lluvia de meteoritos
cayó en mi patio llenándolo de lápidas
y extrañas esculturas de mármol
a Florencia
aquella italiana que habría conocido a Pavese
y que me contaba cóno se le veían los dedos
el día de su suicidio
o a Carmela
de quien me enamoré a los 12 años
y por quien hice crecer pájaros de papel
atados a una cuerda azul
donde dulcemente se balanceaban por la mañana
y tal vez a Soledad
el fantasma más temido
la pequeña Soledad
que con sus gritos levantaba catedrales de oro puro
y por quien me animé a viajar a un país
donde la piedad no era la moneda de los peregrinos.
Pero nadie podrá decir
que hubo un momento más feliz que aquel
cuando caminamos por una alumbrada alameda
aquella noche de marzo de 1971
mientras el firmamento se llenaba con tímidas bengalas
y furiosos girasoles de cristal nacían
sobre los árboles.
Por eso estoy contigo
como un caballo azul
pastando solo para ti.
Si alguna vez recuerdo a las demás
el azufre y los bálsamos que me echaron en el cuerpo
solo lo hago para que tu nombre resuene con mayor pureza
amor indetenible
tarjeta de identidad
mi sobrenombre
el epitafio
que ya llevo grabado sobre mí
cien años antes de que muera.

Págs. 154-156

Enrique Sánchez Hernani
(Lima, 1953)

(Revista Rolling Stone)







Cuerpos de amor

8

Tu cuerpo es solo una ventana
para amar lo que hay del otro lado
ese paisaje que me conduce a mí misma.



Pág. 213

Violeta Barrientos
(Lima, 1963)


(de El jardín de las delicias)





Fútbol


A Vicente y Lorenzo

juega con la tierra
como con una pelota

báilala,
estréllala,
reviéntala

no es sino eso la tierra

tú en el jardín
mi guardavalla mi espantapájaros
mi atila mi niño

la tierra entre tus pies
gira como nunca
prodigiosamente bella


Págs. 42-43


Blanca Varela
(Lima, 1926)

(de Valses y otras falsas confesiones)





El sueño

El sueño encendió un pájaro
y hubo que raspar carbón de nuestros dedos
y llorar lejos.

El sueño vaga pensativo acariciándose las alas,
abrasado.

Solo nosotros sabemos de su ojo glacial y su ceniza alta
e intacta como un beso.



Pág. 178


Rossella Di Paolo
(Lima, 1960)

(de Continuidad de los cuadros)






Antología de la poesía peruana: Fuego abierto
Selección y prólogo: Carmen Ollé
Ediciones Lom, Stgo, 2008
238 Páginas.

domingo, 5 de octubre de 2008

Jorge Carrol: Como para no suicidarse de futuro





Argentina, 1933.






XIII

Yo soy Jorge Carrol
noche tras noche y día tras día
y me estoy acostumbrando a llevarme
como un vicio.

(de Las noches y los días propiamente míos)






Lolita


Ella es una tentación, un manojo de sexo,
un par de piernas prohibidas,
un deseo inconfesable o acaso ni siquiera sea la candorosa
jovencita que veo a mi lado.


Merlo, 1958




La ciudad en los ojos

Ahí está la noche, la madrugada y sus calles frías.
Ahí mismo comienza la ciudad en los ojos y ahí se tiene
miedo de volver a los que cabalgan bajo el miedo.
Saltar la hora en que ella a nuestra habitación como
una excusa, podría ser una solución.
Y a pesar de todo somos felices deseando a esa muchacha
que se desnuda vertical.


Necochea, octubre de 1961





Ella simplemente


Ella es el Amor en todas sus formas.

Ella es Ella simplemente,
una mujer dulce, voluptuosa, tímida, encontrada bajo la lluvia
de una tarde de diciembre.


Bar Jockey Club de Buenos Aires, enero de 1968





spleen oxidado


Todo. Absolutamente todo lleva tu perfume.
Las secuelas de tu ausencia.
El reto compaginado de tus párpados.
La inmisericorde campana de tu abandono.

Todo me envuelve a la que amo.
A la que está y no está.
Llámese como se llame.
A la que una tarde de diciembre hizo arder
Santiago con su boca.

Todo es ella y nada es ella.
Como la lluvia que navega sus senos de nogal.




de "Tarde tarde"




SAMBA DE UMA NOTA SO

Te amo como el primer día.
Te amo infinita como antes de conocerte.
Te amo dulzura como después de perderte.
Te amo como las nostalgias más simples.
Te amo (como te lo dije tantas veces) por amor al amor.




TANGO FLOR


Una vez más tu abandono me llega por el Atlántico, entre islas pobladas de espanto, donde el sol cabalga desnudo por las piernas sublimes de la mar.

Una vez más tu ausencia me crece hasta ahogarme.

¿Qué poro de España haces flor?...

¿Dónde nos encontraremos azules e infinitos?

Sos una vez más, como aquellos tangos rantifusos de la adolescencia,
donde las minas diqueras bancaban el abandono en silencio.

Sos una vez más y como siempre, una ilusión y mi fracaso.




STILL TIME


Todo es igual o diferente pero poco importa ya si la que amo, la que llevo en la piel como una mariposa, estalla maravillosa en otros puertos.

La que yo amo.

La que está sin estar.

La que es igual o diferente.

En algún lugar se descuelga insegura por que yo no estoy a su lado, edificando las seguras caricias donde ella alguna mañana de diciembre estallará.

La que yo amo es una ilusión.




PRELUDIO EXTERNO


Te amo inconsecuente.

Abomino las leyes que me unen a vos.

Sos una pobre puta barata que no asumió su rol.





PAISAJE DE PORT LLIGAT



Desmenuzo tu ausencia, el sol que no crecerá por el horizonte.

Si nunca haces nada por nadie es porque no te importan para nada los arroyos de la ternura.

Sos tan egoísta que no compartís ni siquiera la lluvia.

Dios sabe cómo te amé y las cosas que hice por vos. Por vos que hoy en algún lugar volvés a destruir los sueños.


Hay cosas, señales que no alcanzo a comprender, como jamás comprenderé Abominable, al suicida egoísta que mira para sí, el paisaje de Port Lligat.

Sos una conspiración súbita contra el Amor.

Yo tampoco puedo ser otra cosa ...





LA CATEDRAL DE TU AUSENCIA


Estés donde estés.

Estés con quien estés.

Soy la Catedral de tu Ausencia.





AUSENCIA AUSENTE



Amo La Ausencia que te crece por todos los rincones.

Amo La Ausencia que me crece por todos los rincones.

Amo La Ausencia.

Amo La Ausencia ausente.





VOS O NADA



Si no estás no hay nada.


Si te vas todo se va.
Si me decís adiós todo es adiós.
Si caminas por Chamartín, Chamartín es todo.

Cuando tu ombligo naufraga en el Mediterráneo todo naufraga, hasta aquellos bellos peces que como tu hacen más linda la mar.

Sin vos nada es Nada.

Estás es mí por que vos sos vos.

Definitivamente. Vos o Nada.





GEORGE 'S BLUES


Estés donde estés allí estoy, náufrago suicida...


Allí donde hacés el amor, yo hago el amor, con vos.


Cuando llorás, yo lloro.


Cuando reís, yo hago crecer los árboles y el horizonte comienza en tu boca.

Cuando muera, morirás conmigo; como si fueras un blues.





NO LLEVARÁS LUTO POR MÍ


No llevarás luto por mí, Hija de Puta.


No estarás a mi lado cuando me llegue la hora.


No sentiré tu boca húmeda sobre mi frente y en algún lugar bien lejos, como siempre, te lamentaras de tu suerte y seguirás egoístamente en lo tuyo...


No llevarás luto por mí. Mas sin embargo sentirás, estoy seguro, un gusto amargo en tu boca dulce y tendrás ganas de llorar y no estaré junto a ti para consolarte.


Cuando yo muera Amor, vos no serás Nada.


Te inventé en un agujero negro, para morder el perfume de tu boca y no estar tan solo.




JUEGO DE ESPEJOS


Las amo.


A la una y a la otra.
A la primera y a la segunda.
A la joven y a la menos joven.
A la que nació allá y a la que nació acá.
A la que besé por primera vez y a la que besé por última vez.


Las amo. Y ambas son mías como el sol de la luna y el mar de la tierra.


Ellas me aman por ser yo su amor y sus putos deseos.




A PIERRETTE



Te amo por tu culo al aire.


Por tu valentía desnuda. Por tu venganza tricolor.


Te amo por tus tetas de glorioso medio siglo.


Y saludo en vos deliciosa criada, las sábanas de arena, el sol mediterráneo, el Dubonnet Long bebido de prisa en el 2 rue de Solferino.





ANIMAL DANCE



Soy el sol que teme ser día.
El ahorcado que se prolonga por la cuerda.
El dulce animal que danza su soledad.




BLUESOLOGY


Al caer la tarde ella me crece.


Vuelve una y otra vez con las mismas promesas que yo inventé.


Camina al filo de una Realidad que no me conviene.


Se da a su Ausencia y se revuelca en Abandonos que me joden mucho, como el penúltimo trago que suelo naufragar al pie de la medianoche.


Ella me crece, porque quiero y porque la quiero.




PEQUEÑAS MISERIAS


Estar solo.


Soñar; a veces con llegadas que nunca llegarán.


Descubrir; poco a poco, que Ella va construyendo en algún lugar las pampas de mi desesperación.


Son algunas de las pequeñas miserias de pensar en la que amo.




BRANDY PLEASE


La Soledad (mi soledad) comienza en este bar del Hotel San Juan.


Comienza por la ausencia de mis hijos y en la que se fue con otro.


La Soledad comienza en mí.


Desmantelada.


En los días de ser y no ser Superman.


En el brandy que naufragará en mi agujero interior.


En la puta sonrisa de las turistas que se mueven de un lado a otro del lobby del Hotel San Juan.


La Soledad está en mí.


Soy La Soledad.





JUGGERNAUT



Abro mis gestos y tu Ausencia me crece, poro a poro.






LA AUSENTE GRAN PUTA



Abierta de par en par, esperando la invasión que sin duda le ocurrirá,la Gran Puta fuma sus deseos apresuradamente.


Ella es como siempre, una llamada nocturna. Una obsesión que me llega por el Pacífico Sur.



LA SERPIENTE ARCO IRIS



Llegó y se fue.


Como no la esperaba, vino y me abandonó.


Pero volverá, con las mismas promesas y las mismas histerias y perfumará mis caricias con su hermosa geografía, como una serpiente, como el arco iris que hace llorar a los aviadores.




TIME TRACK


24 horas son insuficientes...
el tiempo que comienza ahora en este preciso minuto se me acaba de escapar.


Quiero vivir los nuevos minutos con la mirada de los cosmonautas.


Quiero escribir mi amor en la Muralla China cuando menos.


Quiero subir al metro en Time Square y bajarme en Lavalle.


Necesito más tiempo para vivir el sur del norte, para dormir en Panamá y despertarme en Madrid.


Quiero vivir después de todo, lo mío.


Quiero querer poder besarte en la Calle del Capitán Haya esquina Entre Ríos.


Necesito poder querer gritar silenciosamente las banderas que a cada minuto se encienden como servei d' informaci'o agrària.


Quiero, quiero suicidarme de futuro.





MANHATTAN



Caminaré por la 45 y abriré los sueños.



Ella vendrá como el esmog y nos amaremos lejos el uno del otro, en el rumor afiebrado de la esquina de Aeroflot. Allí donde los policías se disfrazan de turistas. En esa esquina en la que Ella crecerá una vez más, única.


Después tomaré un vodka Martini y Manhattan volveré a ser gris e impersonal, como turista texano.




TIME AFTER TIME



Nada de lo que hago tiene sentido hoy.


Mañana posiblemente tampoco. Pero hay un día en que todo será Ella, la que amo desde hace siglos.



Entonces, sólo entonces, los minutos navegarán un tiempo magenta soles como sones y todo lo que hoy no tiene sentido tampoco lo tendrá, pero seré consciente de ello, como un perro sarnoso.




A VECES



A veces cuando la noche se cuela por la ventana de mis sueños, pienso en La Única. En sus largas piernas y en sus enormes tetas. También en las noches que compartimos aquí y allá, muchas veces al filo de la desesperación.


Ella aterriza sin saberlo sus deseos en mí.


Ella es La Única y lo sabe, esté donde esté, esté con quien esté, llámese como se llame o como yo lo llame o la sueñe.






OBSESIONES


Me obsesionan ciertas ausencias, ciertos agujeros negros en los que a lo mejor naufragaron y viven para siempre los que compartieron conmigo, sueños de café.


A ellos que están en mí como el día y la noche, estas obsesiones:

Raúl Gustavo Aguirre
Edgar Bayley
Julio Cortázar
César Fernández Moreno
Jacques Gross
Carlos Latorre
Jorge Enrique Móbili
Enrique Molina
Juan Carlos Paz
Aldo Pellegrini
Marta Peluffo
Alejandra Pizarnik
Roberto J. Santoro
Francisco Urondo
Alberto Vanasco
Juan Antonio Vasco



1

La Ausencia me llega por El Atlántico.


Por las noches acribilladas por El Abandono, por la inconfesa mediocridad de los mantones de Manila, por las caricias que ya no aterrizan en mi geografía cansada de esperarla.


2


Sus enormes senos guardan sigilosamente las caricias que en el verano acogotan las miradas de los turistas.

3


Sos Ausencia, dadora infinita de sueños imposibles.


4


Guardas en tu memoria la secreta y perdida esperanza de mi Amor.


Sos sólo como una mujer hermosa inventada en mi memoria suicida.


5


Estés donde estés; estés con quien estés, vos sos yo, y yo soy vos y ambos, tú y yo, únicos, fundamentales: suicidas de amor.



Estés donde estés, yo estoy en el fondo de tu horizonte: hijo padre amante cazador furtivo asesino.


Estés donde estés, no estás si yo no estoy con vos.


Te inventé por Amor. Estés donde estés.



6


Para que lo perfecto sea un horror, poner una foto de Borges cabeza abajo.


¡Pero, che! … las simetrías renacen cada muerte de un obispo.


Hay que invalidar obsesiones como ésta, repitiendo en voz alta una a una las ausentes ausencias de la que inventamos cada mañana.



7


Sos la mejor desconocida, conocida.


8


Gombrowicz tenía razón: No hay que hablar poéticamente de la poesía.


9


Sin Ausencia no hay poesía.


Sin ella, sea quien sea, no hay vida.


10


Hay un pasado que aún no han pasado.



11


¡Qué feliz soy Ausencia , desde que renuncié a La Felicidad!




12


Toda Ausencia es una exageración.



13


Dar o pedir.


¡Ese es el dilema!


14


La Ausencia es complicidad, cuando no se comparte con uno mismo.


15



Escribir significa consumirse palabra tras palabra.


16



Asumo un milagro: debo apartar la leche de mi boca, no el vino.



17


Hace 50 años, la Utopía estaba más en mí,


Hoy es casi toda Ausencia.


18


Todas las tardes las ausencias tienen sueño.


19


En alguna Ausencia llegaré a ser el que soy; pero no me reconoceré.



20


Una Ausencia es todas las ausencias.



21


Una Ausencia verdadera destruye el poema.



22


El poema es el último refugio de los bribones.



23


La Ausencia exorciza y vuelve acaso soportable, la agonía que es vivir.


24


Hay que reciclar también la Ausencia.


25


Andamos sin buscarnos, pero sabiendo que nos encontraremos.


26


Ausencia: cafard; nostalgia; morriña; saudade.


27


No hay Ausencia perfecta.


28


La Ausencia está afuera, en cualquier lugar, esperándome.


29

Como Shakespeare, creo que los hombres estamos hechos del mismo material del que se hacen los sueños.


30


Como Benjamín, si yo fuera objeto sería objetivo, pero como soy sujeto, soy subjetivo.


31


Como Heráclito, yo no escribo para vos que me estás leyendo, sino para quien pueda comprenderme.



32


Como Sastre, soy mi futuro.



33


Como Guillén, mi tocayo, no vivo para la muerte.



34



Como Flaubert, yo me cago en esas cosas que las honras deshonran.



35


Ahora lo sé: La Ausencia ya no me basta, por eso, me cago en ella.








SOL SIN SOL



Aquel que construye la casa de la felicidad futura
edifica la cárcel del presente
Octavio Paz






1


Hoy, como en un tango,
voy a entrar en mi Pasado.


2

Silbo bajito para despertar el sol.
Abro las ausencias para transformar el mundo.
Intentando conquistar absurdamente
el sueño dulce de las abuelas
las hamacas del viento.



3

Contá conmigo:
puedo ver no viendo.


4

Sólo puedo ver
lo que no veo.



5


Ella es como la lluvia.



6


Ella es bella como el sonido de la guitarra de Eric Clapton.



7

Oigo su perfume como si estuviera naufragándola.



8


Soy prisionero de una ausencia;
de alguien que yo llamaba
en los umbrales del tiempo
por las calles sin retorno del Sur.



9


Mi amor es un descubrimiento
quizá adolescente.

Mi amor es vida.
Tal vez, acaso acción.



10


Retengo el fuego
de aquel muchacho que caminaba
por las calles de Parque Patricios.

Tengo por delante
lo que me queda;
que no es otra cosa
que el recuerdo perdido
a sobrepique de los sueños,
en una vereda de baldosas flojas
en la que comencé a verla llegar,
pasar y alejarse.

Ella fue
sin saberlo nunca
mi amor
que se repitió en todas
las que he amado.

Ella fue.
es y será
sin saberlo nunca,
oxigeno pan y agua,
a veces vino.
Ella es
acaso solo el recuerdo del fuego
de aquel que caminaba
por las calles de Parque Patricios.




11



Ella es lo que era:
Una nada hermosa repleta de ausencias.






SER SIN ELLA



Variaciones monotemáticas

Reconozco que no soy el mismo que era
Pessoa




1



Ella es bellamente ella, sino no sería ella.



2



Llueve.
El gris me crece como sus ojos como el brillo de su ausencia.


Llueve.
Todo está en silencio pero yo no soy el mismo porque la conocí muy tarde.


3


No soy feliz.
No seré feliz.
No quiero ser feliz a cualquier precio.


Quizás mi felicidad sea
conocer que nunca seré feliz.



4


¡Qué suerte la mía!
Todo es otra cosa siempre otra cosa.
Ella es otra cosa.



5


Su mirada
su sonrisa
sus senos
su ombligo
sus piernas
su ausencia
su perfume
su sombra
su forma de no ser
su caminar
por alguna razón
ella es una palabra que no sé escribir.



6


Ella es como la lluvia como la noche como...



7



Sólo azul sólo noche.



8



Vuelvo porque nunca me fui de mis sueños.



9

Escribo porque es la única forma de verla.




10


Ella es bella como el sonido de la guitarra de Eric Clapton.




11

Oigo su perfume como si estuviera naufragándola.



12

El santón de la premura me mira.
Él sabe mi secreto.
Tiene a llave triste de mi memoria.



13

Es la ausencia lo que me ausenta
sin embargo me ausento para no volver a soñarla.





14

No estoy porque no soy mi ausencia.

Es la noche
el alba que camina hacia la que nunca llegará.



15

Todo se me evapora.
Aún Ella…



16

Imprevistamente soy el ausente
el que no tiene futuro
el que de una buena vez se va
y se vuelve nada
ni siquiera ausencia.




17

Me cago en el pasado que es tan antiguo como yo.



18


Recobro mi tiempo
los años que intenté perder.

Recobro mis años más infames.

Seré finalmente el fantasma que llevaré oculto.

No tengo soluciones;
soy mi propio carcelero: el prisionero es mi destino.



19

Ella está.
Es sólo ausencia.
Pasado inevitable.
Futuro imperfecto.



20

Hacedora, maldita amada, una y mil veces,
¿dónde callás tus pasos y llorás?



21

Sos sólo en mí,
estés donde estés.

Te llevo en mis poros.
Sos sustancia de ausencias.



22

(Miami)
La deliciosa vida norteamericana:
Café sin cafeína.
Cerveza sin alcohol.
Cigarrillos sin nicotina.
Y coger con tu mujer.




23

Su mirada
su sonrisa
sus senos
su ombligo
su cintura
sus piernas
su ausencia
su perfume
su nombre
su forma de no ser y ser
su caminar

por alguna razón ella
es una palabra
que no sé escribir.



24

Sol de soles.

Esta es la última tentativa
que el hombre que acaso soñé ser
quiebra para decirte
que nada es igual
que la mañana es un dudoso suicidio
que el crepúsculo es un adiós infinito
que la angustia de pronto vuelve a crecer
que el próximo 13 de febrero cumpliré
setenta y un años
y que la vida o los restos que de ella
me quedan, en lugar de limitarme me ilimitan.

Yo hubiera querido amor,
Beberte. Comerte. Sudarte poro a poro.
Transitar tus curvas sediciosas.
Y sin embargo,
toda vos sos otra
y la misma y la de siempre;
la de nunca.

Me voy de adiós en adiós
arrastrando entre mis miserias
la sombra infinita de tu ausencia.

Me voy de mañana en mañana
como las campanas híbridas de una canción.
Soy el que no fui
tampoco el que seré;
voy por última vez a llamarte
maldita.

Me voy de mirada en mirada
y de sueño en sueño.
En algún lugar sos presa de tu realidad.

Sos el sol.
Mejor dicho, sos todos los soles.
También todas las noches,

Siento mi ternura hundirse
de calle en calle y de ventana en ventana.
Es algo que me galopa como una guitarra.

Quiero decir, decirte adiós.

Sol de soles.

Estrella de todas las mañanas.





de "Soles"